La llegada del buen tiempo hace que nuestra mente comience a fantasear con las vacaciones, ese maravilloso período en el que todos/as relajamos agendas, desplazamos horarios y hacemos desaparecer rutinas…
¡Es tan necesario hacerlo para volver a coger con ganas la responsabilidad!
Pero, por otro lado… ¡cuánto afecta esto al alumnado de nuestras escuelas, con lo que ha costado que se sientan cómodos, que anticipen las rutinas y comiencen a ser autónomos!
Con todo esto, dan ganas de recomendar que sigan con sus horarios tan previsibles.
¡A ver…vamos a intentar pensar!
1º La desconexión es muy necesaria, incluso obligatoria;
2º Es importante organizarse para tener días de hacer lo que pide el cuerpo;
3º Saliendo de la rutina apreciamos la vuelta a ella;
Hay expertos que opinan que la rutina no debe perderse nunca porque garantiza el equilibrio emocional, obviamente no estamos hablando del mundo al revés, sino simplemente relajar y hacer más laxas las horas de realizar las comidas o irse a dormir, pero es importante que los más pequeños/as sigan ejerciendo las responsabilidades que hacen en casa como recoger, poner la mesa o ayudar en la compra. Una cosa no quita la otra…
Sería importante, por lo tanto, explicar a las familias las bondades de hacer un break en vacaciones, pero también que unos días antes del inicio del curso, deben ayudar a los niños/as a volver a la rutina para facilitarles que estén más despiertos y dispuestos a aprender y a pasarlo bien en la escuela.